Cualquier época del año es buena para visitar Nueva York, pero la Navidad es mágica. Y puede sonar a tópico, pero es que es verdad. Nueva York en Navidad especialmente mágico. Quizá sean las películas, quizá sea magia de verdad. Si hay algo que representa la Navidad neoyorkina es el árbol de Rockefeller Center presidiendo esa maravillosa pista de hielo que invita a patinar aun sin haberte calzado unos patines en tu vida.
¿Cuál es la historia del árbol de Rockefeller Center?
Vamos a tirar un poco de historia que ya sabrás que me encanta. El primer ábol se puso en 1931. Lejos de ser lo que es hoy en día, esta tradición nació fruto de la idea de los obreros que trabajaban en la construcción del complejo. Eran años difíciles para un país que intentaba salir de la Gran Depresión del 29 y supongo que la necesidad de olvidar los problemas económicos y disfrutar del espíritu navideño empujó a los trabajadores a llevar un árbol, decorarlo con adornos de sus propias casas. En 1932, dezconozco el motivo, los trabajadores no pusieron su árbol, pero retomaron la costumbre en 1933 y desde entonces hasta hoy, nunca ha faltado a su cita. Más de 21 metros de alto y 50.000 luces para iluminar la Navidad de neoyorkinos y turistas. Tampoco la Segunda Guerra Mundial pudo con el árbol de Navidad más famoso del mundo y, si bien la idea fue mucho más austera y en lugar de un gran árbol pusieron 3 más pequeños y apenas decorados, a los neoyorkinos no les faltó un sitio al que ir a celebrar el espítiru de la Navidad.
¿Qué pasa con el árbol después de Navidad?
El archiconocido árbol se dona a Habitat for Humanity. Una vez que las fiestas han pasado, se apagan las luces y turistas y locales ponen su mente en las próximas vacaciones, el árbol se retira y su madera se recicla para fabricar listones de madera que construirán casas para los más desfavorecidos. Viviendas solidarias y un auténtico regalo de Navidad para mucha gente. Una vez retirado, el árbol de Rockefeller Center sigue iluminando la vida de muchas personas.
La Newyorkina te desea Feliz Navidad
Si estás en Nueva York pasando la Navidad, ¡qué suerte! Si no, desde la Newyorkina esperamos que disfrutes de estos días como más te guste, entre amigos, familia y, en definitiva, rodeado de mucho cariño, amor y buen rollito. Eso sí, cuidado con los excesos a la mesa y recuerda, siempre que te pases puedes compensarlo con
una cena a base de un saludable bowl de yogur y granola mientras ves alguna de esas películas navideñas que transcurren en Nueva York, bajo el árbol de Rockefeller Center.