¿Y por qué deberías hacerme caso? Porque las frambuesas son una fuente indiscutible de salud. Incluye frambuesas en tu dieta y, además de tus papilas gustativas, el resto de tu cuerpo también te lo agradecerá. Vamos por partes.
Empezaremos por
el corazón. El corazón es uno de los grandes beneficiados del consumo de frambuesas. Sus flavonoides te ayudarán a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Su alto contenido de polifenoles también rema a favor de esta causa, reduciendo la presión arterial y mejorando la circulación de la sangre.
Si quieres tener un corazón que lata fuerte y sano (que estoy convencida de que así es), ¡apunta las frambuesas en tu lista de la compra!
Las frambuesas son una excelente fuente de vitamina C. La vitamina C contribuye a nuestra
salud ocular protegiendo nuestros ojos de la luz ultravioleta y de la degeneración macular asociada a la edad.
Su aporte de fibra te ayudará a mantener un sistema digestivo saludable, además de contribuir a un menor riesgo de padecer accidentes cardiovasculares, hipertensión, diabetes o enfermedades coronarias. Gracias al consumo de frambuesas,
mejorará tu digestión y tu regularidad intestinal. En nuestra última receta hemos combinado frambuesas con Kéfir, un alimento con grandes beneficios para el organismo y, sobre todo, para el sistema digestivo. Pero del kéfir te hablaremos dentro de poco porque merece capítulo aparte. ¡Así que sigamos con las frambuesas!
Ya te hemos hablado de los flavonoides de las frambuesas que, no solo favorecen a nuestro corazón sino que también
mejoran nuestra capacidad cognitiva y nuestra memoria. Tu cerebro combatirá mejor el paso del tiempo si lo has mimado a base de frambuesas, esto es así.
Una de las mejores cartas de presentación de las frambuesas, y de los frutos rojos en general, es su aporte de
antioxidantes. Los antioxidantes son perfectos para combatir los envites del envejecimiento pero lo más importante es que combaten los radicales libres, neutralizándolos y ayudándonos a
prevenir el cáncer.
Como ves, son muchas las partes de nuestro cuerpo que disfrutarán de las virtudes de las frambuesas: cerebro, corazón, ojos, sistema digestivo… ¿A qué esperas para añadirlas a tus desayunos, tus meriendas o tus almuerzos?
Nosotros te proponemos que combines todo el potencial de las frambuesas con los súper poderes de la
granola La Newyorkina. Una pareja perfecta, exquisita para la salud y el paladar.
¿Ya conocías todas las bondades de las frambuesas y eres tan fan como yo? Entonces me encantaría que dejaras un comentario con tu receta favorita o ideas de cómo la combinarías con la granola La Newyorkina. Aquí va mi propuesta:
frambuesas + higos + granola + kéfir.
¿Cuál es la tuya?