Descubre Nueva York: 5 Pointz – Newyorkina

Descubre Nueva York: 5 Pointz

por La Newyorkina
Cuando uno va a pasar unos días a Nueva York nunca se aburre. Y es ese precisamente el problema, hay tantísimas cosas que visitar, descubrir y vivir en esta ciudad que nunca te da tiempo a aburrirte. Y ya no digo a aburrirte, digo descubrir cosas más allá de las que todos conocemos, hayamos ido o no a Nueva York. En uno de nuestros viajes, decidimos que queríamos vivir Nueva York sin prisas. Por eso nos plantamos en la Gran Manzana durante tres semanas dispuestos, incluso, a aburrirnos en Nueva York (si es que eso es posible). Esto nos permitió salir de las zonas turísticas por excelencia y bucear por la historia de otros barrios más allá de Manhattan o Brooklyn y otros edificios más allá del Empire State. Y así, nos adentramos en el en el borough de Queens, en el barrio de Long Island City, para conocer la historia de 5 Pointz. El 5 Pointz es un edificio situado en el 45–46 Davis Street. Un edificio que, cuando se inauguró en 1892, albergaba la fábrica de contadores de agua Neptune Meter. En los primeros años de los ’70, el constructor Jerry Wolkoff adquirió este complejo industrial sin una idea muy clara de qué hacer con él, hasta que decidió que lo arrendaría a otras empresas. Y así, en los años 90, la antigua fábrica de contadores de agua empezó a acoger estudios de artistas. Y cuando el arte fluye, fluye así que no cabía esperar otra cosa que una explosión de creatividad espontánea que llenó de grafitis las fachadas del edificio. Sin duda, un extenso mural en el que plasmar talento. Y lo que nació como algo espontáneo se institucionalizó con el apoyo del propio Wolkoff, dueño del inmueble, haciendo del 5 Pointz la meca de los grafitis. Un auténtico museo de arte urbano al aire libre que hacía las delicias de los transeúntes locales y foráneos. Lo bautizaron como 5 Pointz con la idea de que en sus muros confluyera la expresión artística no solo de Queens, sino de los 5 boroughs de la ciudad: Manhattan, Brooklyn, Queens, The Bronx y Staten Island. Parece que los pioneros de esta iniciativa no contaron con que la creatividad va más allá de cualquier frontera y pronto esta vieja fábrica se convirtió en el epicentro mundial del arte del aerosol. Jonathan Cohen (Meres One) fue uno de los artistas más involucrados con el proyecto, recuperándolo del vandalismo y convirtiéndolo en lo que fue The Institute of Higher Burnin o 5 Pointz. Cohen tomó las riendas del 5 Pointz, administrando las obras que allí se exponían pero sin excluir a jóvenes artistas que buscaban la oportunidad de plasmar su creatividad en el famoso edificio. En el 5 Pointz había lugar para todos. Arte callejero que atrajo a anunciantes publicitarios, vídeos musicales o al mismísimo Hollywood. Pero lo mejor del 5 Pointz era precisamente eso, que era callejero, accesible a todo el que quisiera disfrutarlo. El 5 Pointz deleitaba a grandes marcas pero también a los pasajeros del tren 7, sumidos probablemente en su rutina diaria. Sin embargo, hace cuatro años el color desapareció del 5 Pointz. Sus ladrillos amanecieron teñidos de blanco, borrando cualquier rastro del talentoso arte que hasta entonces los cubría. El dueño del edificio, Wolkoff, aprovechó una noche del mes de noviembre para pintar sus fachadas eliminando todo vestigio de la creatividad y las ilusiones que allí se habían plasmado. Wolkoff había decidido construir edificios de lujo. Adiós a 20 años de historia del arte urbano. Desde ese momento, los artistas comenzaron una lucha legal contra el dueño del edificio acogiéndose a la ley de la propiedad artística, mientras él hacía lo propio con la ley de propiedad material. ¿Quieres saber cómo ha acabado la contienda? Arte 1 – Apartamentos de lujo 0. El pasado 8 de noviembre (casi 4 años después de la fatídica noche) el jurado decidió que el trabajo de los artistas estaba protegido legalmente por el VARA (Visual Artists Rights Act). Una sentencia sin precedentes que, sin duda, otorga al arte del aerosol la dignidad y el respeto que merece.
BACK TO TOP