Granola artesanal con yogur y fresas – Newyorkina

Granola artesanal con yogur y fresas

por La Newyorkina
En La Newyorkina somos fans absolutos de los frutos rojos: arándanos, frambuesas, fresas y moras. Personalmente, si tuviera que escoger uno de ellos, no sabría por cuál decantarme. ¿A quién quieres más? ¿A mamá o a papá? A los dos por igual. Pues con los frutos rojos, lo mismo. Lo bueno es que no tenemos que elegir y podemos disfrutar de esta potente combinación de frutas que, además de sabrosísima, es una fuente indiscutible de salud. Yogur natural, un puñado de arándanos, otro de frambuesas, unas fresas cortadas a la mitad y una buena cucharada de granola La Newyorkina. ¡Ya tenemos la merienda perfecta! Cuando hablamos de frutos rojos no nos gusta escoger, pero hoy haremos una excepción porque vamos a centrarnos en las numerosas propiedades de la fresa, la auténtica reina de los frutos rojos. Empezaré por su olor. De acuerdo, su olor no aporta ningún beneficio a nuestra salud pero sí a nuestro placer sensorial, y eso ya es un gran beneficio. No sé si alguna vez has podido disfrutar de la sensación de entrar en una casa en la que se está haciendo una mermelada de fresa casera, pero si has tenido la oportunidad, sabes de lo que hablo. ¿Cuándo es la temporada de la fresa? Desde hace algún tiempo seguro que ya has visto cajas de fresas en los lineales del súper. E incluso, si eres tan fan como yo, ya habrás comido unos cuantos kilos, aunque el sabor no sea tan intenso como en plena temporada… ¿quién puede resistirse a un buen tazón de fresas? Pero cuando realmente la fresa despliega todos sus encantos es con la llegada de la primavera. Los meses de abril y mayo son los mejores para disfrutar de su sabor. Y hablando de su sabor, te voy a dar un truco para potenciarlo. Seguro que alguna vez has comprado una barqueta de fresas, has llegado a casa deseando hincarles el diente y… ¡menuda decepción! ¡No saben a nada! Bien, para que no te vuelva a pasar, macéralas. La maceración es una técnica que se aplica a muchos alimentos con el fin de potenciar su sabor. En el caso de las fresas, los cítricos son ideales para sacar brillo a su sabor. Exprime zumo de limón y deja que las fresas reposen en él. Pero además de su olor y su sabor, las fresas aportan grandes beneficios a nuestra salud. Uno de los más conocidos probablemente sea su bajo aporte calórico. Pocas grasas y pocas calorías (70-80 por ración). Sus propiedades nutricionales son numerosas. Al igual que el resto de frutos rojos, es muy rica en antioxidantes que combaten la formación de radicales libres, el envejecimiento de la piel y, en general, el desgaste del cuerpo. Asimismo, el consumo de fresas aporta un gran contenido de fibra, minerales (magnesio, manganesio y potasio) y vitaminas de los grupos C y B. Si consumes fresas estarás contribuyendo a potenciar tu sistema inmunológico mientras previenes enfermedades cardiovasculares. Hasta ahora he enumerado no pocos beneficios de las fresas para nuestra salud, pero hay uno más y muy importante: su capacidad anticancerígena, resultado de las antocianias, las proantocianidinas y el ácido elágico que contienen. Un estudio realizado con animales demostró que el consumo de fresas puede reducir un 50% la aparición de tumores. Las fresas también tienen beneficios sobre nuestra salud mental ya que su consumo puede retrasar el envejecimiento del cerebro. Como ves, son motivos más que de peso para incluir una ración de fresas (150 gr.-200 gr.) en tu dieta diaria. Cualquier momento es bueno para disfrutar de esta fruta. En el desayuno o la merienda acompañada de yogur y un puñado de granola La Newyorkina, como tentempié a media mañana o como postre. Acabamos de estrenar la primavera y el pasado 20 de marzo fue el Día de la Fresa (sí, la fresa también tiene su propio día), ¡es el mejor momento para que añadas una caja de fresas a tu lista de la compra y te des un buen festín!
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