El verano tiene muchas, muchísimas cosas buenas. El sol, la playa, las terrazas, las vacaciones y la fruta son algunas de mis favoritas. Es cierto que a lo largo de todo el año se pueden disfrutar de diferentes frutas de temporada, todas ellas muy sanas y sabrosas, pero el estío nos ofrece una oferta insuperable de frutas. ¿Una indispensable en mi cesta de la compra?
La nectarina.
Soy de esas personas a las que la piel del melocotón le produce una dentera por encima de lo soportable, así que la nectarina es la solución perfecta para disfrutar del sabor de esta familia de frutas tan veraniega.
Podemos encontrar nectarinas desde abril hasta octubre y, si aún no la has incluido entre tus básicos de verano, deberías empezar desde hoy para beneficiarte de sus
numerosas propiedades.
Empezaré por decirte que su contenido de grasa es prácticamente nulo y que son una importante
fuente de minerales como el potasio, fósforo, magnesio, calcio, hierro, zinc, yodo y selenio. Pero, como no solo de minerales vive nuestro cuerpo, la nectarina también nos
aporta vitaminas como la vitamina C, B6, B3, B2, B1 y carotenos.
Pero vamos a datos más prácticos.
Los beneficios de las nectarinas
- Su alto contenido en potasio ayuda a aquellas personas que padecen de hipertensión y previene las enfermedades cardiovasculares.
- Estimula la producción de bilis, que ayuda a digerir mejor las grasas, por lo que facilita las digestiones.
- Los carotenos que nos aportan nos protegen frente a enfermedades de la vista y nos ayudan a cuidar nuestra piel y cabello.
- La vitamina C, los carotenos, el zinc y el selenio son una gran fuente de antioxidantes. Los antioxidantes nos protegen de los radicales libres, combaten el envejecimiento y reducen la incidencia de enfermedades como el cáncer.
- Su aporte de minerales contribuye al correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
- Su aporte en vitamina C ayuda a que nuestro organismo absorba mejor el hierro, así que están especialmente indicadas para las personas con problemas de anemia.
Como ves, hay motivos más que de sobra para incluir nectarinas en tu dieta. Además, tienen un alto contenido en agua y muy pocas calorías, ¡una estupenda manera de refrescar las calurosas tardes de verano!
Puedes comer las nectarinas solas, pero pudiendo alegrar tus meriendas, postres o tentempiés con más ingredientes, ¿por qué ibas a tomarlas así? Te damos una idea, prepárate un
smoothie de nectarina y añádele un puñado de
granola La Newyorkina como topping. Fácil de hacer, sabroso, refrescante y súper saludable. ¿Se le puede pedir algo más a una merienda de verano?
Si tus recetas para las noches estivales pasan por ensaladas de todo tipo, perfecto también. ¡
Añade nectarinas a tu ensalada de frutas!
El verano es una época perfecta para comer una gran variedad de fruta, ensaladas y verduras. Estos meses, come sano, haz deporte y, sobre todo,
¡diviértete!